En el fondo del Golfo de México está el «jacuzzi de la desesperación», una piscina de salmuera que acaba con todo lo que entra

Esta «piscina submarina» tiene una salinidad 4-5 veces mayor que el agua de mar circundante (no 5 veces con 20% como se mencionó). Es tan densa que no se mezcla con el océano, formando un lago submarino con su propia superficie, orillas e incluso olas. Está a 1,000 metros de profundidad.
Cualquier criatura que entra sufre hipoxia cerebral inmediata: no puede «respirar» por la falta de oxígeno y el shock tóxico de la hipersalinidad. Los científicos han documentado cangrejos, anfípodos y peces muertos perfectamente preservados («encurtidos») por la salmuera. Es literalmente un cementerio submarino.
Mide 30 metros de circunferencia y 4 metros de profundidad. La temperatura es de 19°C (más caliente que el agua circundante a 4°C). Además de sal, contiene metano burbujeante y sulfuro de hidrógeno tóxico. Se formó cuando antiguos depósitos de sal del Jurásico se filtraron al océano.
Sorprendentemente, HAY vida en los bordes: mejillones gigantes, gusanos tubulares y bacterias quimiosintéticas que convierten los químicos tóxicos en energía. Las paredes están incrustadas con depósitos minerales rojos, amarillos y blancos. Es un ecosistema extremo único.
Descubierto en 2015 por el buque de investigación E/V Nautilus, los científicos lo exploraron con vehículos operados remotamente. Las imágenes HD muestran claramente la «línea costera» del lago submarino y las olas que se forman cuando el ROV pasa cerca. Un recordatorio de que el océano profundo sigue siendo más alienígena que el espacio.
Por AGENCIAS