El “Playazo”, fenómeno que llegó a ser el “Springbreak” en Playa Miramar y el antro más grande de México
Tampico.- Eran los 90s y en el sur de Tamaulipas surgía el fenómeno “Playazo ”. El último viernes de clases previo a Semana Santa los estudiantes del nivel medio superior y superior, de escuelas públicas y privadas, faltaban a clases, otros esperaban la salida para asistir a este “SpringBreak” en Playa Miramar y otros más desde la noche anterior ya se encontraban ahí divirtiéndose viviendo al máximo la intensidad de este evento que con los años fue creciendo.
Este fenómeno, aparte de fiesta, diversión y excesos, también generaba una fuerte derrama económica en el paseo turístico, pues fue considerado como el antro más grande de México según medios de comunicación nacionales ya que en sus años de mayor convocatoria, 2007, 2008 y 2009, llegó a registrar más de 100 mil asistentes en solo 24 horas.
Era tal el impacto y furor del “Playazo”, que comenzó a generar ruido en la región y todo México. Pues ya no solo eran estudiantes, sino público general de todo Tamaulipas y estados vecinos como Veracruz, San Luis Potosí, Hidalgo, Nuevo León, la capital mexicana y otros más. Los mismos visitantes de Canadá que se hospedaban en el hotel de playa lo disfrutaban.
Tal eran los excesos, que el gobierno, grupos conservadores, moralistas, así como las mismas instituciones educativas, comenzaron a tomar en serio esta “fiesta” de recreación. Al grado de aplicar medidas más estrictas, se llevaban a cabo operativos aéreos y terrestres, los salvavidas de la playa estaban a la expectativa para salvaguardar la integridad de los asistentes, pues el consumo de alcohol era inmoderado.
Ahí mismo, el sector salud realizaba una campaña de prevención, entregando preservativos a los jóvenes por alguna eventualidad no planeada ante la intensidad de la fiesta. Las escuelas hacían su parte, comenzaron a controlar más a sus alumnos, aplicaban exámenes de última hora para contra restar la inasistencia.
Lo real es que los jóvenes popularizaron el “Playazo”, lo hicieron grande y exitoso a su manera, pero hubo grupos sociales que no estaban preparados para esto, para semejante “descontrol” e “inmoralidad”, como también lo llegaron a calificar.
Tal vez fue la presión de esta sociedad o la inseguridad que se empezó a sentir en la zona, que poco a poco los jóvenes se fueron alejando, y en lugar de capitalizar el “Playazo” mediante un buen proyecto y darle mayor proyección a nivel nacional e internacional, haciéndolo aún más grande a la altura de los “Spring Break” de otras playas del mundo, se fue perdiendo la tradición. Pues así fue como surgieron los “Spring Break” en destinos como La Isla del Padre en el sur de Texas, Estados Unidos y en Cancún, México, que al día de hoy se siguen realizando con mucho éxito.
Aún existe el “Playazo”, los “chavorrucos” lo salvaron, pero ya no es aquel impacto que generaba tendencia nacional y asistencia impensable. El registro de los últimos años apenas supera los 20 mil o 30 mil asistentes.
Realmente las nuevas generaciones se perdieron de lo que alguna vez llegó a ser el “Spring Break” en Playa Miramar.