El racismo no se esconde en Estados Unidos: mil dólares por señalar a un migrante indocumentado

Internacional.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no está solo en su cruzada antiinmigrante. Convertir a las personas indocumentadas en el enemigo ha sido el argumento xenófobo y racista que ha inspirado a dos legisladores de Estados republicanos a proponer recompensas para quienes denuncien a los extranjeros que se encuentran de forma ilegal en el país. La oferta contempla premiar con 1.000 dólares a todo aquel que aporte información que lleve a la detención de cualquier migrante indocumentado.
En Misisipi, la propuesta presentada por el representante republicano Justin Keen se frenó en el comité legislativo esta semana, pero en Misuri sigue su proceso y se debate en la asamblea. La iniciativa aumenta el temor a que se produzcan actos racistas entre una población que ya está polarizada por la cruzada antiinmigrante que ha puesto en marcha el presidente en las dos semanas que lleva en el poder. “No hay duda de que podría haber repercusiones imprevistas, sobre todo en lo que respecta a la seguridad pública, la elaboración de perfiles raciales y la discriminación”, advierte Michelle Mittelstadt, directora de comunicación del Instituto de Política Migratoria (MPI, por sus siglas en inglés).
En Misuri, el senador republicano David Gregory presentó el proyecto de ley SB72 ña finales del año pasado y en la sesión legislativa que se celebró en el Comité de Seguridad Pública el 27 de enero. “Si un extranjero ilegal es arrestado y encarcelado bajo esta sección como resultado de un informe al sistema de información, la persona que realizó el informe será elegible para recibir una recompensa de mil dólares por proporcionar dicho informe”, recoge la propuesta. Si la pista resulta cierta, la persona arrestada sería acusada de “invasión ilegal por parte de un extranjero ilegal” y sujeta a cadena perpetua sin libertad condicional si las autoridades federales de inmigración no se encargan de su custodia y deportación.
La propuesta de Gregory contempla, además, la creación de una figura más propia de siglos pasados en un escenario del lejano oeste: el cazarrecompensas. El denominado Programa de cazarrecompensas certificado para extranjeros ilegales de Misuri certificaría a personas para que se dediquen a encontrar y detener a migrantes indocumentados. Gregory explicó que funcionaría como “un ICE estatal”, la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas, encargada de llevar a cabo las detenciones y deportaciones de migrantes.
La agresividad de la propuesta provocó un fuerte encontronazo en el debate del Senado, donde docenas de personas testificaron en su contra. El republicano, a quien se ha tachado de “fascista”, criticó la cobertura mediática de su plan y aseguró que los cazarrecompensas no irían por las calles deteniendo libremente y que solo lo harían si hay una orden de arresto.
La senadora estatal Barbara Washington, demócrata de Kansas City, denunció que la propuesta anima a las personas a realizar informes racistas basados en el color de la piel o el dominio del inglés. “No me digan que no va a suceder porque está sucediendo ahora”, dijo Washington.
Por AGENCIAS