Irán está considerando la posibilidad de cerrar el Estrecho de Ormuz, pero ¿qué significaría eso y qué está en juego si ocurre?

El Estrecho de Ormuz, ubicado entre Irán y Omán, es una vía crucial para el comercio energético mundial, representando aproximadamente el 20% del petróleo consumido globalmente.
IRÁN.-El Estrecho de Ormuz, una estrecha franja marítima estratégica ubicada entre Omán e Irán, ha vuelto a ser foco de tensión internacional tras las declaraciones de la Guardia Revolucionaria Iraní, que advirtió sobre la posibilidad de bloquear esta vía en respuesta a los recientes ataques israelíes. Aunque se trata de una amenaza aún en evaluación, su posible ejecución podría desencadenar efectos devastadores para Europa y la economía global.
Un cuello de botella energético
El Estrecho de Ormuz es uno de los puntos de estrangulamiento más importantes del comercio energético a nivel mundial. Aproximadamente el 20% del petróleo que se consume en el planeta y una proporción significativa del gas natural pasan diariamente por esta estrecha vía. En caso de que Irán decida cerrarlo, las consecuencias serían inmediatas, dice el medio Euro News:
- Disparada de los precios del petróleo: La interrupción del suministro energético provocaría una alza abrupta en los precios del crudo a nivel global. Esta subida tendría un impacto directo en los costos de producción y transporte, lo que repercutiría en los precios de los bienes y servicios en Europa.
- Escasez de energía en Europa: Europa, altamente dependiente de las importaciones energéticas, enfrentaría serios problemas de abastecimiento. Países como Alemania, Italia y España, que ya han experimentado cortes de energía debido a la crisis energética anterior, podrían ver empeorar su situación. Esto podría llevar a restricciones en el consumo de electricidad y gas, afectando tanto a hogares como a empresas.
- Aumento de la inflación: El encarecimiento de la energía tendría un efecto dominó en los costos de producción y transporte, lo cual repercutiría directamente en el bolsillo de los ciudadanos europeos. La inflación podría aumentar, reduciendo el poder adquisitivo de los consumidores y afectando la estabilidad económica.
Sectores económicos bajo presión
Los efectos no se limitarían únicamente al ámbito energético. Sectores estratégicos como el manufacturero, el transporte y la agricultura serían especialmente vulnerables ante un escenario de crisis energética:
- Industria manufacturera: Los elevados costos de operación podrían frenar la producción o incluso forzar cierres temporales en algunas empresas. Esto podría llevar a la pérdida de empleos y una contracción del PIB en sectores clave.
- Transporte: Los precios del combustible impactarían los costos logísticos, afectando cadenas de suministro y haciendo más caro el transporte de mercancías. Esto podría retrasar entregas y aumentar los precios de los productos finales.
- Agricultura: La maquinaria agrícola y los sistemas de irrigación dependen en gran medida de los combustibles fósiles, por lo que sus costos también aumentarían. Esto podría reducir la competitividad de los productos agrícolas europeos y aumentar los precios de los alimentos.
Por AGENCIAS