Los cohetes de SpaceX están diseñados para que puedan volverse a usar. Así funcionan
Internacional.- El poderoso estruendo de un cohete espacial puede sacudir -tal vez- hasta las fibras de la infancia. En tantas ocasiones desde el programa Apolo, miles de personas se han agolpado en las cercanías de Cabo Cañaveral para ver los despegues para seguir con fascinación la estela de humo y fuego que produce una nave que le gana la batalla a la gravedad.
Este 15 de noviembre, cuando la misión Crew-1 de SpaceX y la NASA despegue desde el Centro Espacial Kennedy, no será la excepción. Ahora cualquier persona tiene la oportunidad de verlo en tiempo real desde cualquier parte del mundo.
Como si un despegue espacial no fuera de por sí un espectáculo genial, SpaceX ha sabido llamar la atención con un componente adicional: sus cohetes reutilizables.
El Falcon 9 es el caballo de batalla multifuncional de SpaceX. Permite llevar al espacio carga y desde este año personas a la órbita terrestre. El sábado impulsará la cápsula Resilience con una tripulación completamente operacional.
Un cohete de dos etapas
El Falcon 9 mide 70 metros del altura y 3,7 metros de diámetro. Su diseño integra dos etapas, la primera que es la más grande y cuenta con 9 motores que son los encargados de dar el impulso inicial (más de 1,7 millones de libras de empuje al nivel del mar, según SpaceX), y la segunda, que es impulsada con un solo motor –llamado Merlin Vacuum— que se puede reiniciar varias veces para, según su fabricante, “colocar múltiples cargas útiles en diferentes órbitas”.
Existe un componente adicional en el engranaje del cohete: la interetapa o ‘interstage’ en inglés. SpaceX la describe como una estructura compuesta que conecta la primera y la segunda etapa, que cuenta con empujadores neumáticos que permite que ambas partes se separen durante el vuelo.
¿Por qué es relevante esto? Según la más reciente guía de usuario de los cohetes Falcon, tener sistemas de liberación y separación neumáticos, no explosivos, “reduce significativamente la huella de residuos orbitales” y reduce el riesgo con menos dispositivos pirotécnicos que puedan hacer boom.
Cohetes reutilizables
La reutilización de los cohetes Falcon permite reducir el costo del “acceso al espacio”, según SpaceX, lo que significa un ahorro considerable de dólares. Pero más allá de los beneficios económicos, existe otra ganancia que SpaceX explica de la siguiente manera en el manual del cohete:
“La capacidad recuperación de la [primera] etapa también brinda una oportunidad única para examinar el hardware recuperado y evaluar el diseño y la selección de materiales para mejorar continuamente el Falcon 9 y el Falcon Heavy”.
La empresa espacial asegura que su motor Merlin fue diseñado originalmente para la recuperación y reutilización. Además de los logros en propulsión que permiten volver a entrar en el planeta, las “aletas de rejilla” ubicadas en la “interstage” orientan al cohete durante la reentrada dándole la precisión requerida aterrizar verticalmente en una plataforma terrestre.
La carga
Al Falcon 9 se le pueden integrar dos tipos de cápsulas: “Fairing” en caso de cargas como satélites e insumos para la Estación Espacial Internacional, y la “Dragon” para el transporte de personas.
Según SpaceX, la “Fairing” está hecha un compuesto de carbono, mide 13,1 metros de altura y tiene un diámetro de 5,2 metros.
Por su parte, la Dragon, como la Resilience que partirá con los cuatro astronautas este noviembre, mide 8,1 metros de altura, tiene 3,7 metros de diámetro y puede transportar hasta 7 personas en la sección presurizada (tiene un “maletero” despresurizado de carga adicional).