Ex trabajador revela cómo opera la iglesia Pare de Sufrir con donaciones “milagrosas”.

 «¿Quieres que Dios te escuche? Entonces entrégale tu casa o tu carro. Así, con fe verdadera.»

Yo trabajé dentro del jurídico de la iglesia «Pare de Sufrir». Vi todo desde adentro. Un día, alguien llegaba desesperado: su hijo estaba en el hospital, no había más qué hacer, y encendió la tele buscando un milagro. Le prometieron que Dios lo escucharía… pero solo si sacrificaba algo valioso.

“¿Tienes una casa? ¿Un coche? Dónalo. Eso es fe verdadera”, le decían. El mensaje era claro: si tu problema es grande, tu ofrenda también debe serlo. Ya no se trata de vacas como en tiempos bíblicos. Hoy, el sacrificio se mide en propiedades, no en oraciones.

Y así lo vi muchas veces. Personas vulnerables, necesitadas, arrastradas por su dolor a entregar lo poco o lo mucho que les quedaba. Pero lo disfrazaban como un acto de fe. “No te estamos obligando, pero si realmente quieres que Dios te escuche…”

Por AGENCIAS/REDES SOCIALES