PARÍS 2024: el karate ha sido excluido del programa olímpico, reemplazado por el breakdance
Internacional.- En la víspera de los Juegos Olímpicos de París 2024, la comunidad de karatekas y amantes de los deportes tradicionales se enfrenta a una decepcionante realidad: el karate ha sido excluido del programa olímpico, reemplazado por el breakdance, mientras que el béisbol y el sóftbol también han quedado fuera, tras haber sido parte de los Juegos en Tokio 2020.
La exclusión del karate no solo priva a los atletas de la oportunidad de competir en el mayor escenario deportivo del mundo, sino que también ignora los valores fundamentales que este arte marcial promueve. El karate, más que un deporte, es una disciplina que enseña respeto, autocontrol, perseverancia y humildad. Estos valores no solo forjan grandes atletas, sino también grandes seres humanos, alineándose perfectamente con los principios originales de los Juegos Olímpicos, establecidos por el Barón Pierre de Coubertin.
El Barón de Coubertin fundó los Juegos Olímpicos modernos con la visión de promover la paz y la comprensión entre las naciones a través del deporte, enfatizando el desarrollo físico y moral de los individuos. En sus palabras, «lo importante en la vida no es el triunfo, sino la lucha; lo esencial no es haber vencido, sino haber luchado bien». El karate encarna esta filosofía a través de su énfasis en la mejora personal y el respeto mutuo, aspectos que parecen haber sido subestimados en la reciente reconfiguración del programa olímpico.
La decisión de excluir el karate en favor de deportes más modernos y de moda como el breakdance ha suscitado un debate sobre la dirección en la que se están moviendo los Juegos Olímpicos. No es entendible que los dirigentes de hoy día no tengan en cuenta los valores iniciales y sí el negocio redondo. Mientras que la inclusión de nuevas disciplinas puede atraer a una audiencia más joven y diversificada, es crucial no perder de vista los valores y tradiciones que han cimentado la grandeza de los Juegos a lo largo de la historia.
A medida que París 2024 se acerca, la comunidad global del karate sigue entrenando con la esperanza de que sus esfuerzos y dedicación sean reconocidos en futuros eventos olímpicos. El espíritu del karate perdura, recordando a todos los atletas y espectadores que los verdaderos valores del deporte van más allá de las medallas y los podios, y residen en la integridad, la dedicación y el respeto que se cultivan tanto dentro como fuera del tatami.
Por AGENCIAS
