¿Qué pasó el jueves santo? aquí te explicamos

● La Última Cena
Era un día especial para Jesús y sus discípulos. Habían llegado a Jerusalén para celebrar la Pascua, una festividad judía que conmemoraba la liberación de los israelitas de la esclavitud en Egipto. Jesús sabía que su tiempo en la tierra estaba llegando a su fin, y quería compartir un momento especial con sus discípulos. Así que se reunieron en una habitación secreta en Jerusalén para compartir la Última Cena. Durante la cena, Jesús tomó el pan y el vino, y les dio un nuevo significado. «Este pan es mi cuerpo, que se entrega por vosotros», dijo. «Este vino es mi sangre, que se derrama por vosotros». De esta manera, Jesús instituyó la Eucaristía, un sacramento que sería recordado por sus discípulos durante siglos.
●El Lavatorio de los Pies
Después de la cena, Jesús se levantó de la mesa y comenzó a lavar los pies de sus discípulos. Esto era un gesto de humildad y servicio, ya que en aquel tiempo era costumbre que los sirvientes lavaran los pies de los invitados. Jesús quería enseñar a sus discípulos la importancia del amor y la ayuda mutua. «Si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros», dijo. De esta manera, Jesús mostró que el liderazgo no se trata de poder y autoridad, sino de servir a los demás con humildad y amor.
● La Oración en el Huerto de Getsemaní
Después del lavatorio de los pies, Jesús y sus discípulos se dirigieron al Monte de los Olivos, específicamente al Huerto de Getsemaní. Allí, Jesús se apartó de sus discípulos y comenzó a orar a Dios padre. «Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa», dijo. Jesús sabía que se avecinaba un gran sufrimiento, y estaba angustiado. Pero también sabía que tenía que cumplir con la voluntad de Dios, y así lo aceptó. «Sin embargo, no se haga mi voluntad, sino la tuya», dijo. De esta manera, Jesús mostró su obediencia y sumisión a la voluntad de Dios.
● El Arresto de Jesús y la Traición de Judas
Mientras Jesús oraba en el Huerto de Getsemaní, Judas Iscariote, uno de sus discípulos, llegó con un grupo de soldados y guardias armados. Judas había acordado entregar a Jesús a cambio de treinta monedas de plata. «¿A quién buscas?», preguntó Jesús a los soldados. «A Jesús de Nazaret», respondieron. «Yo soy», dijo Jesús. Los soldados y guardias se acercaron a Jesús y lo arrestaron. De esta manera, comenzó la Pasión de Cristo, un período de sufrimiento y muerte que culminaría en la cruz. La traición de Judas fue un golpe duro para Jesús, pero también fue un recordatorio de que incluso en los momentos más oscuros, la fe y la obediencia a Dios pueden llevar a la redención.
Por AGENCIAS
